El pasado miércoles 22 de febrero estaba convocada una concentración en repulsa por la actuación policial de los anti-disturbios frente a la movilizaciones de estudiantes que sólo pretenden defender la educación pública, en el Colegio de Málaga de la facultad de Filosofía y Letras. Aunque la concentración se había convocado el día anterior, la respuesta fue considerable y hacia las 13:00 las escaleras centrales de este edificio comenzaron a llenarse de estudiantes de los tres campus y otros compañeros, por ejemplo, del PAS. A las 13:15 decidimos salir a la Plaza Cervantes, y nos pusimos en marcha tras la pancarta que unos compañeros habían hecho esa misma mañana en la que se podía leer "BASTA YA DE VIOLENCIA POLICIAL" "SOLIDARIDAD CON LAS ESTUDIANTES DE VALENCIA" "EN DEFENSA DE LA EDUCACIÓN PÚBLICA".
Una vez en la calle, nos dirigimos hacia la sede la PP de Alcalá, en el otro extremo de la plaza, gritando "¡Delegada dimisión!", en referencia a Paula Sánchez de León, delegada del gobierno en Valencia, y otros como "Vosotros, fascistas, sois los terroristas". Después de algunos minutos ahí, nos dirigimos hacia las puertas del ayuntamiento, también en la plaza Cervantes y cortamos el tráfico. En ese momento se habían sumado a la protesta personas que se encontraban por allí y éramos alrededor de un centenar. La policía local desvió el tráfico y en ningún momento tuvo intención de disolver la manifestación, aunque es cierto que un agente preguntó por "el jefe".
Allí permanecimos una media hora y entonces decidimos dirigirnos a la Facultad de Económicas por la calle Libreros que a esa hora era muy transitada. Durante el trayecto seguimos gritando esas y otras frases como "Queremos niños sin traumatismos" o "Podrían ser vuestros hijos". A nuestro paso recibíamos ánimos e incluso algún aplauso. La presencia policial era evidente tras nosotros y en torno a la plaza de los Santos Niños, pero sólo había policía local y se dedicó a modificar el tráfico a nuestro paso.
Ya en la facultad de Económicas nos dirigimos al patio y allí una compañera leyó un manifiesto redactado por compañeros de Valencia. Ya hacía más de hora y media de protesta y decidimos regresar al Colegio de Málaga y finalizar allí. En las escaleras mismas de las que habíamos partido colgamos la pancarta que había encabezado la marcha.
Ahora hay que continuar luchando. No lo esconden, somos sus enemigos, y no podemos permitir que destruyan la educación pública y lo hagan a través del miedo y la violencia, tenemos que continuar la lucha contra esta lógica fascista en la que impera el principio de "La letra con sangre entra". En Valencia, como en todo el Estado, continúa la lucha y estudiantes, profesores, padres... nos enfrentamos a esa brutalidad policial.
EN DEFENSA DE LA EDUCACIÓN PÚBLICA
CONTRA LA VIOLENCIA POLICIAL
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