Como se lleva haciendo durante muchísimos años, nos volvemos a encontrar con las elecciones al nuevo rectorado. Después de una larga candidatura del antiguo rector, vuelven a aparecer la propaganda y las promesas de los aspirantes al título. Nos muestran sus intenciones antes de salir elegidos, pero nosotrxs lxs alumnxs no vemos ningún cambio durante su estancia en el Olimpo. La convocatoria de elecciones es el momento de legitimización “estudiantil” de sus “representantes”, mediante los cuales se supone que nuestras opiniones se verán tenidas en cuenta.
No nos dejan otra opción que expresar nuestra opinión acerca de la gran mentira de las elecciones en las universidades.
Esta mentira, se basa en que nosotrxs elegimos alguien que tome las decisiones que deberíamos tomar todxs, pero… ¿Estamos decidiendo realmente nosotrxs? De este modo, todas las decisiones quedan a merced de un número muy reducido de personas. Esas personas, poseen en sus manos cuestiones que sólo ellxs pueden tratar, siendo nuestra opinión innecesaria. Ahora nosotrxs nos preguntamos: ¿y no es posible cambiar las cosas? ¿Es posible cambiar que unas pocas personas se puedan aprovechar de las decisiones colectivas?
La solución no está en elegir un rector que parchee los problemas. Se trata de solucionar el problema. Pero el problema no lo deben solucionar los rectores o cualquiera de sus lacayos, debemos actuar nosotrxs mismxs. Detrás de las aulas, se esconde un sistema económico que genera desigualdades y privilegio por sí mismo: el capitalismo.
Es muy irracional ceder nuestra capacidad de decisión a una tropa de elegidos, estén en la posición que estén. Y además es inservible creer que depositando nuestro voto en una urna y exigiendo cambios, estamos cambiando realmente el problema. Por ello, entendemos que este sistema y el capitalismo no son válidos para resolver los problemas que nos afecta y, en definitiva, nuestro futuro. Es necesario organizarse. Ahora o nunca.
Estamos hartxs de ser simples marionetas en manos de los mandamases, de ser simples máquinas de hacer dinero. Por mucho que le demos vueltas, llegamos a la conclusión de que no se nos toma NUNCA en cuenta nuestras decisiones. No queremos seguir siendo meros engranajes de su maquiavélico sistema que nos hacen míseros entes.
Estamos seguros de que organizándonos horizontalmente (para que nadie sea más que nadie), rechazando su jerarquía vertical y gestionando nuestras propias actividades nosotrxs mismxs llegaremos a poner fin a nuestros problemas. Por lo tanto, la mejor forma de cambiar las cosas no es votar, sino plantarles cara y no entrar en su juego.
No es cuestión de conformarse con las migajas que pretender reformar esta forma de explotarnos. Rechazamos la abstención pasiva que, igual que el voto, no sirve de mucho. Ya es hora de enfrentarse a ellos. Ya es hora de levantarnos. Es hora de no tragar.
¡EN LAS ELECCIONES DEL 4 DE MARZO NO VOTES!
¡ORGANIZACIÓN Y ABSTENCIÓN ACTIVA!
Colectivo Paideia Alcalá
paideiaalcala@hotmail.com
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